(Fotografía archivo personal, todos los derechos reservados)

Buscando en mis albumes de hace unos años, me surgió la sonrisa al ver esta foto,

Pero no por lo que ella misma es, sino porque me lleva a un momento simpático en la vida de ese muchachito que veis "haciendo el ángel" ,tirándose al agua.

Ocurrió durante una competición de natación en la que intervenían los seleccionados para preolímpicos,  entre los cuales estaba él.

Las pruebas se alargaron tanto con las "series" eliminatorias, que ya eran muchas horas con nervios, nadando a tope, y noté que estaba agotado, pero quería seguir y quedar entre los 3 primeros para "pasar".

Me acerqué donde estaba, concentradisimo en su banquillo, esperando que le nombrasen para nadar la última y definitiva serie, y le pregunté si estaba cansado.
Asintió con la cabeza y se le veía sufrir por si no podía más.
Le di una gragea color naranja, y le dije que bebiera un poquito de agua de su botellín y que la tragase, que se notaría más relajado y con más fuerza.
Me miró, vió mi sonrisa y le dije que era solo una de mis vitaminas habituales, pero que era eficaz.
La tomó y sonrió algo aliviado.

Sonó el silbato y fueron a prepararse al borde de la piscina olímpica.
Cuando vi cómo se tiraba, en perfecta flecha sin salpicar nada de agua, tuve la confianza de que había recobrado la seguridad.

Nadó como un experto , a pesar de que era casi un niño.

Luchó con toda su fuerza y ganó por un pelo, pero ganó la carrera.
Por la noche, ya en la cama, me dijo:
"¡ Qué fantástica tu vitamina ¡¡ Debe llevar una bomba dentro....

jajajaja, me reí de buena gana, pero el caso es que esa vitamina no era más que Protovit, algo tan utilizado como un complejo suave de vitamina B

O sea que actuó como un "placebo" cuando él pensó que aquello debía ser "una bomba", que le daría esa recuperación en segundos que necesitaba.

La confianza en lo que yo le daba, la fe en si mismo y su propia fuerza interna, hicieron el milagro de " la bomba", con una simple gragea de Protovit .

Conchita