El vivo canto de la Historia.

 

 

 

          No hay unión más natural y universal que la de un grupo de voces en un canto polifónico. Arco iris de tonos acoplados por una medida común que los abraza.

          La zona mediterránea de nuestro país, culta, sensible y colorista, ha hecho estandarte insuperable de sus Corales Polifónicas.

Lo llevan en la masa de la sangre.

Es la definición sonora de la variedad de sus almas. Un cesto variopinto de los abundantes frutos de la tierra que son sus gentes.

La paradoja es que, en la cara opuesta de esta misma moneda, se halla oculto, silencioso y casi enterrado por los siglos, el cuño primitivo de este espléndido fenómeno musical.

 

  " Castilla  cuenta, para que otros  canten . "

 

Hay que acercarse mucho a la moneda para distinguir los rasgos con los que  cuenta  Castilla sus historias .

Es un gran logro la difusión del tesoro de nuestra lengua y una vivencia inolvidable emprender la ruta del conocimiento del castellano, sus lugares de origen y sus documentos vivos.

También podemos encontrar  el nacimiento de la palabra cantada, en voces diferenciadas por medio del Arte Nuevo musical que se llamó polifonía, en pleno centro de Castilla, en el Real Monasterio de Las Huelgas de Burgos.

 

Antes del S. XII los cantos eran a una sola voz: Monódicos. La música se escribía con notas cuadradas, poco exactas. Era el Ars Antigua.

El Ars Nova despliega varias voces, varios tipos de canto: Tropos, Motetes.., que dan lugar a la Polifonía.

Una forma de música de elite, que apenas se conocía en unos pocos lugares punteros de la Europa de vanguardia, marcando la auténtica revolución musical para los siglos posteriores.

A partir de este momento, los tiempos se miden exactamente. Aparece la escritura con notas redondas. Las voces se acoplan con unidad.

 

Castilla vive un momento de expansión.

 

Su gran centro cultural y económico es Burgos.

 

Allí se encuentra el Monasterio de Sta María la Real de Las Huelgas, fundado por el Rey Alfonso VIII y su esposa Leonor de Inglaterra a fines del S. XII. 

Sus Abadesas proceden de familias reales o la alta nobleza; su gran prestigio crea el ambiente para hacer de él un gran foco cultural.

 

Dª María González de Agüera, descendiente de una ilustre Casa de Aragón, 45 años Abadesa, a lo largo de los reinados de Sancho IV, el gran protector de Las Huelgas, Fernando IV y Alfonso XI, realiza una decisiva labor en el momento adecuado.  Es ella quien ordena copiar el Codex, tratado musical procedente de la Escuela de Alfonso X El Sabio, a un experto llamado Johanes Roderici  (Juan Rodríguez).

Este especialista castellano, al transcribir las anotaciones de la música del Codex, dejó variantes en ellas, combinando los ritmos de un modo innovador, logrando una estética en su notación "mensural modal" única en los manuscritos medievales de "conductus polifónicos".

Estos valiosos manuscritos de música despliegan un repertorio autóctono hispánico, desde el S. XII a mitad del XIV, perfectamente conservado en Las Huelgas gracias a la iniciativa de la Abadesa Dª María González de Agüera.

 

Tocar los pergaminos musicales con los ojos.

 

(Imagen del Cartulario de Las Huelgas)

El grueso volumen que reúne los pergaminos, sobre los que se dibujan en negro  los pentagramas de cuatro o cinco líneas, con sus gruesas notas primitivas, a veces con textos debajo de ellas en letra gótica, en las que las mayúsculas de inicio destacan en color rojo y gran tamaño, constituye por si mismo una obra única en Europa , de incalculable valor documental y, al tiempo, un objeto de valor plástico artístico conservado en perfecto estado.

A  estudiarlo acuden prestigiosos especialistas de todo el mundo, y su custodia la reservan, a cal y canto, los gruesos muros de piedra granítica del Monasterio de Las Huelgas.

La necesidad de protegerlo de deterioros, ante tan gran interés, aconsejaba desde hace muchos años la edición de una perfecta reproducción.

 

 Por fin se ha editado un tomo "faximil" con una fidelidad total en los tonos y formas de los pergaminos, que pondrá  en manos de los amantes de los documentos medievales y de la música un texto con la total sensación de manejar los originales.

 

 

El Codex o Códice de Las Huelgas es el cuño de una moneda de valor inapreciable como origen de la música polifónica, que en el Renacimiento cruzará el océano para dar lugar a toda la música criolla en los países hispanos, cuya fuerza inunda la música actual.

 

Así, un manuscrito del muy antiguo y prestigioso monasterio castellano, es cuna y piedra de apoyo sobre la que despliega su esplendor la música polifónica, orgullo del levante español.

 

 

 

Original Firmado : Conchita Ferrando de la Lama

Miembro de la Asociación Nacional de Escritores

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