Te supe tan azul como las simas más profundas de la mar océana
Te percibí verde y frondoso como un bosque
de castaños recios y altivos.
Te sentí marillo como los girasoles
cuando tu abrazo me lleno de destellos.

Luego un horizonte de carmines invadió
el paisaje de tu vida en mi vida.
Hasta el dia en que, malva y violeta,
el murmullo de tu voz apagó las estrellas
en un último beso.

Tu adios fue un arco íris de latidos
y tu suspiro de niebla me dejó el fuego
del canto del cisne que se eclipsa.

Estás en el fondo de mis ojos
como las olas blancas
Sigues en el canto de mi voz
por las mañanas
Navegas en mis abrazos rosas
de las tardes templadas.

Y sueñas en mi mente, cada minuto,
con tu barba canosa,
con tu gorra gastada por la brisa
con tus ojos tan negros y rasgados
con tu corazón tan grande
como un universo entero

No ha existido nadie en el mundo
que haya gritado tanto amor
en su silencio

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No puedo estar sola,
pues me visitan multitudes;
incontables visitantes
que irrumpen en mi cuarto.

No tienen ropas,  ni nombres,
ni tiempo, ni país;
tienen casas compartidas,
como los gnomos.

Su llegada puede ser anunciad
por mensajeros, en lo interior;
su partida, no,
pues nunca se marchan.
(poema: No Puedo Estar Sola
de Emily Dickinson)


P.D. Este poema hubiera tenido que editarlo el día de los Santos, pero por problemas técnicos debidos a mi poca paciencia con el ordenador, no pude coseguirlo.
Quiero aprovechar para dar las gracias públicamente tanto a Miryam, como a Jaloque, que me han ayudado en mis continuas dudas. Espero que esta vez salga bien. Tengo los dedos cruzados.

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Este mensaje es para cualquiera que pueda ayudarme, pero se lo dirijo sobre todo a Miryam. Miryam: Ayer, cuando escribí un poema para responder a tu Convocatoria Azul, hice algo mal, porque al enviarlo ha quedado escrito como si fuera una carta y no con el formato de poema, como yo hubiera querido. ¿Serías tan amable de decirme cómo tengo que hacer para que cuando mande algún poema, quede transcrito como tal?.
Esta es la tipica metedura de pata de la novata de turno. Seguro que no será la primera. Espero tu respuesta o la de cualquiera que quiera echarme un cable.
Y para que mi mensaje acabe con algo bonito, os envío esta frase que saqué de una de mis lecturas:
... la simplicidad de la despreocupación:tal vez en eso consista la felicidad.

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Letargo 

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LUCES Y SOMBRAS DEL POETA

La poesía es para el poeta el armazón de huesos de cristal que sostiene su cuerpo,

su fuerza, su espada, su flor, su lágrima, su risa.

Cuando escribe no escribe... habla con la página en blanco.

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Os regalo este soneto que siempre me gustó muchísimo.
Es de BLAS DE OTERO

" Mi calabozo tenía
una ventanita al mar,
donde yo me entretenía,
viendo los barcos pasar
de Cartagena a Almería ".....

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Hoy quiero comentaros una novela que hace unos días acabé de leer, su título: "Los Recuerdos" de David Foenkinos. A lo mejor a alguno ya os suena el nombre de este autor, es el mismo que escribió la novela titulada "La Delicadeza", de la que ya se estrenó la versión cinematográfica hace unos meses, (observareis en mis comentarios que suelo asociar los títulos de las novelas con las películas. Esto se debe a que el cine, al igual que la literatura, es una de mis pasiones). Pues bien, la novela que os menciono os la recomiendo por su belleza. Belleza no sólo en la forma de contar la historia, sino porque a lo largo de la historia, se hace una constante alegoría a la misma. Vivimos unos tiempos en los que lo chabacano, lo burdo, lo soez, incluso, parece que es lo que más vende, o por lo menos, lo que más nos intentan vender. Quizás por eso, cuando te encuentras historias como la de "Los Recuerdos", te quedas embelesada.
Todo comienza a raíz de la muerte del abuelo del que nos cuenta la historia. Enlazando con la pérdida de este miembro de su familia, va contando la historia de otros personajes, como por ejemplo la de su abuela. Y es en la historia de esta mujer donde más se detiene. Ultimamente me han llegado a las manos varias historias que tienen como denominador común  que sus protagonistas son personas de la tan mal definida tercera edad.  Siempre he tenido la creencia de que no soy yo quien elige los libros que debo leer, sino que son ellos los que me buscan en el momento más adecuado. Y creo que esta historia me ha llegado justo cuando tenía que llegar.
Una constante en la novela es el recordarnos la necesidad de acumular belleza para los días en que ya no podamos ir en su busca. Vivir una vida lo suficientemente intensa y bonita como para que cuando la recordemos podamos disfrutar de ella de nuevo en nuestra memoria. Como menciona en un verso de René Char: "Vivir es obstinarse en cumplir  un recuerdo". Y lo grande es conseguir que ese recuerdo esté lleno de belleza.
Al final  lo realmente importante es la gente que nos encontramos en el camino y lo a gusto que hayamos estado con ella. Lo demás ¿importa realmente?.
Bueno, espero que si os decidís a leer esta historia, disfrutéis tanto con sus recuerdos como yo he disfrutado.

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¡Qué bueno regresar a  mis libros!
-término de mis fatigados días-
Casi compensa la abstinencia,
y el dolor se olvida con el placer.
Como aromas que confortan a los invitados
en el banquete, mientras esperan,
esta fragancia aligera el tiempo hasta que llego
a mi pequeña biblioteca.
Puede haber desolación afuera,
lejanos pasos de hombres que padecen,
pero la fiesta suprime la noche
y hay campanas, interiormente.
Doy las gracias a estos Parientes del Estante.
Sus caras apergaminadas
nos enamoran mientras esperamos,
y nos satisfacen al alcanzarlas.

Emily Dickinson

P.D. Os envío este precioso poema sobre los libros, ahora que inicio un nuevo camino con vosotros en el mundo de la literatura. Un abrazo.

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HÁBLAME

Háblame con el silencio de tus ojos,

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