CUNA DE SUEÑOS.

En el cielo, en el aire, flotan, van

las aves, papel, hojas y pequeñas ramas;

todo aquello que has despreciado.

Se van y llegan a los terrenos de Eolo.

Todo se convierte en damas hermosas, hadas luminosas,

a los ojos interpretes del voraz dios.

Recoge del piso esa hierba y seda aromatizada,

llévala, no la dejes, goza de los momentos del bosque.

A cielo abierto, deslumbra la luz de los ojos de la Sílfide,

es el amor expresivo, observa y ve con ella.

Ve y arrúllate en el colchón de plumas,

son las plumas del cisne del bosque, danza,

baila con Terpsícore veras tus aflicciones

idas bajo las piedras del sueño No. 3.

Morfeo y sus hermanos te transportaran a ese sueño,

caminando sobre raíces profundas que lo que veras,

será magma gélido, las piedras que conformaran el suelo.

Los anfibios de esos dioses ubicaran tu mente en el tiempo [ido.

Seguro que sí despiertas el tiempo a trascurrido,

sólo en el pasado, ahora es el tiempo del sol en el cielo.

Es azul, si lo ves con los ojos cerrados,

los abres y veras los pinos verdes, entonces

has perdido el tiempo; corre, corre

porque de seguro Midas esta en el bosque.

Y todo lo que toca lo pudre, tú si cierras

tus brazos, abrazos darás a cada árbol,

serán azules, como el fondo del lago.

En el cielo, en el aire, flotan, van

las almas de las niñas, futuras hembras

que cantaran su virginidad en himnos sagrados,

con voces aflautadas; es el coro de las nueve musas, “coronadas de violeta”.

¿Las musas, eso esperabas? Serán, veras letras y signos

en tu mente divagante, veras los árboles del bosque

como cantan y gozan de sus excreciones bituminosas.

Resbalan los pies, irán del fondo oscuro

al bosquecillo de robles y veras todos tus sueños

originados en la cuna de los sueños.

JUAN DIEGO AMOROZ E.®