Soñar, aunque piensen que no cuesta dinero, cuesta muchas cosas, entre ellas echarle valor y someter los miedos.
Cuando nos decidimos a hacer realidad un sueño, lo primero que nos pone el muro delante es el miedo. No es necesario que otros humanos, tan proclives a derrotarnos, nos pongan su proa. El miedo es lo primero que aparece entre nosotros y nuestro sueño.
A veces dudamos mucho, demasiado, pero el impulso está ahi, esperando que abramos nuestras alas, a veces con dolor, para emprender el vuelo.
Muchas veces el vuelo hace daño, sangra, pero tenemos la facultad de aguantar, seguir, vencer ese miedo aunque nos gustaría gritar o llorar. No podemos dejar de volar. Es NUESTRO SUEÑO, aunque dejemos sangre en ello.
No es valiente quien no tiene miedo, sino quien logra superarlo. ¡ Cuánta veces esa leya ha sido el fiel de la balanza de mi vida, de mis sueños, de mi supervivencia !
Escapamos a las leyes de la mayoría, escapamos a todo, para ser libres y poder soñar. Nos hace sangre, pero escapamos. y, como dice Dorcas, todo resplandece entre rojos y dorados luminosos.
Nos convertimos por arte de magias en “La mariposa roja de los sueños”.. y volamos con ella. Abrimos una rendija al Universo para volar a través de ella.
No dejemos nunca que el miedo para nuestros sueños.
Abrazos de Jaloque
(De mi Blog Cofre de Jaloque en Word Press)