Te he visto amanecer
Te he visto amanecer esta mañana.
Llegaste de puntillas
Con esa niebla láctea de la “boria”,
imperceptible pero inmenso.
Te trajo el oleaje azul,
entre el cielo y el mar,
y me dijiste bajito que siguiera durmiendo
que siguiera soñando,
que siguiera cantando en mi corazón
con la voz de naranja que tanto te gustaba.
Me susurraste un universo de emociones,
sin voz pero con alma.
Tu mano me sostuvo un momento,
entre dos olas malvas,
entre dos respiraciones,
entre dos mundos.
Y supe que evocabas
ese canto de Orfeo convocando al sol,
destapando el velo del día.
Un día más de mi vida.
Un día más de mi vida sin ti,
Pero siempre a tu lado.
Original de Conchita Ferrando de la Lama
(Todos los derechos reservados)
#.Safecreative
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...Hay tantos modos de querer en la vida, que aunque lleguen tiempos oscuros, siempre encontramos la huella de un momento para tomarla en las manos y que haga brotar una rosa...
No todas esas huellas son iguales... por eso no todos pueden saber de las distintas claves que inspiraron cada una.... //
Pero quienes dejaron esas huellas saben por qué fueron, cuando y cómo..
Todas están veladas por esa niebla transparente y de via lactea que palpita en los bordes de la vida.. y cada uno sabe a qué se refiere cada palpitación de las estrellas, o de las olas, o del viento, o de las calmas..
No olvido que las calmas son lo que más teme quien navega en alta mar.
NO LO OLVIDO, como tampoco quiero que olviden que en ese miedo a las calmas que son el final de la vida, se abrirá un jirón de niebla para que el viento pase e impulse las velas para salvarse de esas calmas.
Eso solo puede hacerlo un viento... "ese vientecillo" al que siempre imploras que no te deje, que no te olvide y que sople precisamente en ese momento para no estar nunca en soledad.
Soplará y lo escucharás en tu silencio.
.. Y HOY, después de tantos dÃas, semanas, meses e incluso años, te sigo sintiendo amanecer, y sé que me gustarÃa que estuvieras cerca... cerca... cerca...
Te mando mi cariño entre mis manos, como esa rosa de oro bañada en agua cristalina.
Hay tantos modos de querer en la vida, que aunque lleguen tiempos oscuros, siempre encontramos la huella de un momento para tomarla en las manos y que haga brotar una rosa.
Asi, en el silencio de la noche, y sin que nadie entre a ver lo que yo escribo, quiero seguir mirando esa "boria" como un tul blanco que te vela los perfiles, y solo yo sé por qué te puedo seguir viendo. Y solo tú puedes saber por qué te puedo seguir viendo, y quién guarda entre esos tules de "borias" el último aliento de tu alma.
